Cambios

Esta semana es el tema que ha predominado. Son algo que cada dia golpean nuestra vida, y a veces, hasta la sacuden para cambiarla por completo. Pero esta semana no se hablaba de ese tipo de cambios.
El miércoles fue el día oficial del cambio, abandonamos el calor acojedor del verano y dijimos hola a los continuos golpes del otoño, la estacion oficial de los cambios, el tiempo en que nos preparamos para el invierno, tal vez más radical incluso que la primavera. Sí, el miércoles 21 fue una fecha clave. ¿Será esto la causa de que esta semana me haya cuestionado tanto sobre este tema? El martes, a punto del gran cambio, fue el tema de conversación con una amiga, pero enfocado en las personas, ¿son las personas capaces de cambiar para corregirse ellas mismas? Es cierto que lo que somos es gracias a cada cosa que nos ha pasado y que nos ha llevado ha donde estamos ahora, pero cambiábamos sin darnos cuenta, ¿y si nos forzamos nosotros? El jueves, durante mi hora libre y pasado ya el miércoles 21, volvió a salir el tema con otras amigas y enfocado hacia otra parte, cómo habia cambiado nuestra relación con otra persona debido a lo que esa persona habia llegado a ser, no sé si por circunstancias externas o porque la persona quisiera ser asi. Un dia después con otras personas, el tema surgió de nuevo, pero esta vez le di mucha más importancia y fue cuando realmente me paré a pensar en ello, la conclusión de aquella conversación fue que no sólo nos cambia lo que pasa a nuestro alrededor, también los que nos rodean y a veces hasta nuestros propios sentimientos, como la confianza en alguien.
Cambios... siempre han estado y estarán ahí, y yo creo que, por mucho que cambiemos o queramos cambiar, en el fondo siempre seremos las personas que somos.

Siempre en el amor hay un poco de locura

Pero en la locura hay un poco de razón
Anónimo

El verano va llegando a su fin. Poco a poco se acerca el momento de despedirnos de los dias calurosos de playa tomando el sol. Guardamos los biquinis y los pantalones cortos para dar paso a los jerseis y los pantalones largos, las sandalias las cambiamos por zapatos cerrados y los frutos que da el verano son sustituidos por los paisajes de hojas marrones y amarillas. Lo que significa que las vacaciones han terminado y ha llegado la hora de prepararse para un nuevo reto.

Pero hay algo del verano que se queda con nosotros: ese chico que conociste en la playa, esas noches de fiesta hasta altas horas de la mañana, la marca del bañador en la piel... sea como sea, aunque el otoño este a punto de llegar, el verano permanece con nosotros. Solo puedo decir Always Summer!

¿Cuentos de hadas o Realidad?

Desde pequeños vemos peliculas de amores imposibles con finales felices, como La Bella y La Bestia, una pueblerina que se enamora de una bestia que al final resulta ser no solo un hombre, sino un atractivo, guapo y apuesto principe. Creces y llegas a la edad en la que dejas los clasicos Disney y pasas a las comedias americanas; ¿que me dicen de la famosa Pretty Woman? Una prostituta de la zona mas chic de Los Angeles que se enamora de un multimillonario y se casa con el, algo impensable aqui en lo que muchos llaman la vida real. Pero todos crecemos y nos dejamos llevar por eso de que los cuentos de hadas con finales de vivir felices y comer perdices no existen, y tambien se ve reflejado en la gran pantalla, por ejemplo en Algo Prestado, la comedia de Kate Hudson en la que cree haber encontrado al hombre de sus sueños y al final ni se acerca a lo que ella esperaba. Esto nos lleva a la pregunta en cuestion: ¿cuentos de hadas o realidad? Obviamente no podemos pensar que nuestra vida sera facil y que todo, incluido el amor, llegara por si solo porque la vida no es asi. Tampoco tenemos que estar absortos en la realidad porque eso lleva a ser un adicto al trabajo y cosas como esas. Una vez mi mejor amiga me dijo: nos complementamos, tu la sentimental y yo la racional, ese es el secreto de nuestra amistad. Entonces... ¿Soñar o realidad? Las dos, buscar el equilibrio entre ambos al final es lo mejor. Una soñadora con los pies en la tierra o una en las nubes con la cabeza en la tierra.