Mágico...

Miradas eternas. Manos seguras. Sonrisas que asoman sin avisar. Mejillas sonrojadas en los momentos menos oportunos. Ese espacio entre ambos que espera ser recorrido. Escalofríos que recorren todo el cuerpo cuando te acaricia el cuello. Nuevos sentimientos que desean ser descubiertos. Palabras dulces y melodiosas. Abrazos que no quieres que lleguen a su fin. Largas conversaciones sin sentido...

Y mientras lees esto sonríes sin darte cuenta, hasta ahora. En tu cabeza solo había lugar para una persona y al darte cuenta de ello te ríes más. Miras a tu alrededor para comprobar que nadie te ve con esa sonrisa de oreja a oreja y esos ojos brillantes de alegría delante del ordendor, pero no puedes dejar de sonreír. Sí querido lector, es exactamente lo que estás pensando, generalmente se le llama estar enamorado, es algo mágico...

Dos

Somos dos. Dos como el día y la noche. Dos como el sol y la luna. Como el blanco y el negro. Somos dos como quien dice hola y adiós. Dos como el amor y el odio. No son nuestras diferencias las que nos separan, sino nuestra fe en ellas. Cada diferencia debería hacernos más fuerte, ellas son nuestra mejor baza. Cada diferencia superada es una batalla ganada a la razón.
Somos dos pero puedo vivir sin tí. Puede que me falte algo, que no esté completa, pero soy independiente. No te necesito para salir adelante. Somos como quien dice solo hola porque no le gusta decir adiós.
Yo soy un puzzle, estoy compuesta de muchas piezas pero tú solo eres una de ellas, una muy importante, pero sin tí sigo siendo un puzzle, uno incompleto. Yo quiero que formes parte de mi puzzle, quiero sentirme completa, quiero luchar por nosotros. Afrontar todo juntos y salir adelante en contra de las espectativas de todo el mundo, que seamos dos. ¿Cómo se llama eso? Sé que tiene un nombre... A eso lo llaman... ¿Amor?